
Un robo de identidad
Pienso que todo comenzó en el 2012, el fraude electoral que se perpetró entonces canceló mi confianza en las instituciones y el gobierno, así que cuando extravié mi credencial para votar no le presté mayor atención, ignoré el problema porque ¿para qué la necesitaba si el acto de votar iba a ser impunemente trasgredido por quienes ostentaban el poder? Tenía además otras formas de identificación. Meses después, cuando la necesité para actualizar mi dirección en el banco extrañamente no pude renovarla y me dieron una nueva, problema solucionado ¿qué es lo peor que podría pasar? Lo supe cuando tiempo después quise obtener un préstamo.
Meses después [...] obtiene una copia de una identificación con su mismo nombre, fecha de nacimiento y clave de registro original, que fue usada para obtener un vehículo a su nombre... Pero que claramente no es usted.
Póngase en mi lugar un momento: tras años de mantener trabajosamente en orden su única cuenta bancaria y de pagar religiosamente su tarjeta, descarga su reporte de buró de crédito con la esperanza de obtener un préstamo y se topa con múltiples deudas sin pagar con bancos, tiendas departamentales y hasta de un mustang nuevo (cuando apenas le alcanza para una bicicleta como medio de transporte). Adiós a la posibilidad de obtener el préstamo que necesita para subsistir.
Meses después tras acercarse a la institución que intercede ante los prestamistas obtiene una copia de una identificación con su mismo nombre, fecha de nacimiento y clave de registro original, que fue usada para obtener un vehículo a su nombre... Pero que claramente no es usted. Para continuar el trámite y limpiar -parte de- su historial crediticio tiene que presentar una denuncia en la procuraduría, la persona que lo 'atiende', tras un poco de vacilación extraña y un comentario sin sentido sobre una salida a la playa le dice que el delito prescribió y que no puede hacer nada sin cometer perjurio, lo manda a su casa sin siquiera una nota de que fue rechazada su solicitud, no hay nada que hacer.
La institución encargada de emitir la identificación (INE) no es de ayuda tampoco, la única forma que te atiendan es con cita previa -que puede tomar hasta dos meses o más- y la única manera de obtener cita es electrónicamente por medio de la página y tengo la "mala fortuna" de que ninguno de los trámites admitidos tiene que ver con lo que necesitaría.
Las consecuencias:
- No puedo obtener préstamos.
- No pude obtener ningún apoyo financiero relacionado con el COVID.
- Cada que presento mi identificación actual corro el riezgo de que la tomen como fraudulenta -por su fecha de emisión-.
- Al no poder obtener un préstamo tuve que dejar la casa donde viví 5 años.
- Tuve que suspender mis pagos con el banco, ahora encima de las deudas fraudulentas tengo deudas legítimas que no puedo pagar, y se acumulan.
- Ahora hay algún criminal o grupo de criminales con una identificación con más legitimidad que la mía, y no puedo hacer nada al respecto.
Hoy me cuesta tener confianza en las instituciones (especialmente el INE), sin embargo debo añadir que el costo de ignorar entonces mis derechos fue demasiado grande, mañana voy a votar en la consulta popular sabiendo que incluso si falla esa esperanza habré hecho lo que en conciencia me tocaba hacer, en lugar de solo dejarme llevar por las -malas- circunstancias.
Una última observación: El documento que la entidad crediticia envió como evidencia (un pdf) mostraba la credencial artificialmente oscurecida, que además era inimprimible (un recuadro negro donde debía imprimirse la credencial). Una clara manipulación no sólo de quien presentó la identificación, sino del personal o la entidad que emitió el crédito para obtener el auto -sabiendo que ésta era falsa-.
