
El Tesoro Legendario de Satoshi Nakamoto
Prólogo: Bitcoin es un despertar espiritual:
El dinero generalmente no ha sido considerado como algo relacionado con viajes al reino inmaterial del espíritu. Generalmente es caracterizado como perteneciente al mundo material — ciertamente puede comprar ciertas cosas. Pero no puede comprar amistad, amor, inteligencia, o la respuesta a preguntas profundas y eternas sobre los misterios del universo. De hecho, el dinero es señalado por alejar a las personas de éstos.
Sin embargo, esto nos lleva al curioso tema de Bitcoin.
En 2009, una nueva forma de dinero fue creada y liberada al mundo. Fue llamado Bitcoin. Llegó a convertirse en el activo más rápido en el mundo en alcanzar una valoración de un billón de dólares. Obtuvo la atención de todo el mundo financiero. Impresionante, pero no espiritual.
Por otro lado, de manera inesperada, muchas personas que estudian Bitcoin descubren que despierta en ellos viajes espirituales que alteran sus vidas. Cuando muy pocas cosas en este mundo inspiran tales experiencias, incluyendo muchas de las cosas que prometen hacerlo, ¿Por qué Bitcoin sí, sin siquiera hacer tales promesas?
Nuestra búsqueda por la respuesta a esta pregunta comienza con la historia del origen de Bitcoin. Es una historia como ninguna otra.
Parte 1: La misteriosa aparición (y desaparición) de Satoshi Nakamoto
Todos aman una buena historia de origen. Algunas son ciertas, otras inventadas, y algunas una mezcla de ambas.
La historia cierta de la aparición de Bitcoin en el mundo es uno de los misterios más fascinantes jamás contados. Sin embargo, estos eventos tuvieron lugar en el siglo 21, cuando todo es grabado, y puede ser obtenido, investigado — y verificado.
La historia va así:
El año es 2008. Una crisis financiera épica y de escala mundial amenaza con destruir la economía global. Los gobiernos y los bancos del mundo no pueden prevenirla. En el mejor de los casos, logran posponer sus consecuencias, pero empeorándolas en el proceso. Una destrucción masiva se cierne en el aire.
Contra este escenario, y aparentemente de la nada, una figura misteriosa emerge.
Se llama a sí mismo Satoshi Nakamoto.
Pero nunca vemos su rostro.
Y nunca escuchamos su voz.
Porque no existe tal individuo llamado Satoshi Nakamoto.
Satoshi Nakamoto es un disfraz — una identidad digital.
La persona real detrás de esta identidad es capaz de mantener secreta su identidad real — como los superhéroes de los comics.
Nadie le pidió aparecer, ni le pidió ayuda. Nadie sabía que existía. Nadie sabe su identidad real.
Sin embargo, de la nada, aparece. Y trae consigo un invento, que nombra Bitcoin.
Explica el funcionamiento de su invento en un documento corto e impecablemente escrito. En este paper, también presenta una solución a un problema que matemáticos y científicos de la computación habían señalado como irresoluble. Que habían demostrado que era irresoluble.
Y sin embargo, a pesar de la imposibilidad teórica de resolver éste problema, Nakamoto provee una solución que funciona en la práctica. Y es una pieza esencial de cómo funciona su invento.
El invento en sí mismo funciona como una nueva forma de dinero, distinto de cualquiera que existiera antes. Es una forma de dinero intangible y sin embargo incorruptible, regulado por ninguna persona, institución, compañía o gobierno. Son reglas sin reguladores.
Por un par de años, el misterioso Satoshi mantiene el sistema, evangeliza la idea, y encuentra voluntarios que lo ejecutan y modifican a su lado. Y entonces — puf — silenciosamente, simplemente desaparece. Es una salida sin fanfarria, ni siquiera un anuncio. Sencillamente se va, eventualmente enviando un correo final a un desarrollador diciendo que ha seguido adelante con otras cosas, y que Bitcoin está en buenas manos. Nunca se vuelve a saber de él.
¿Qué sucede con su invento? Ahora abandonado por su creador, ¿Está condenado?
¡Difícilmente! A pesar de no tener un líder, empleados, financiamiento o marketing, Bitcoin ruge de vida y se expande por el mundo.
No es una democracia. No es una corporación. No es una caridad. Sus leyes fundamentales no pueden ser alteradas. Es un invento como ningún otro antes que el. Como tal, es indescriptible utilizando palabras existentes. Necesitan ser creadas nuevas palabras para intentar explicarlo.
Y su creación es en sí misma difícil de describir. Nadie puede explicar del todo cómo en un solo acto Satoshi fue capaz de simultáneamente abordar el problema matemático irresoluble y construir un sistema que puede ejecutarse a sí mismo sin requerir mantenimiento regular. Bitcoin puede ejecutarse a sí mismo y de hecho lo hace. Aún más, el sistema es accesible a cada ser humano de la tierra — nadie necesita pasar por un proceso de registro para usarlo, y nadie puede prevenir que alguien más lo use. Y el sistema en sí mismo no puede ser detenido — incluso los más poderosos gobiernos del planeta son impotentes para detenerlo. Es un sistema diseñado esencialmente para durar para siempre. Su diseño contempla su ejecución por miles de millones de años sin carecer de espacio de almacenamiento o quedarse sin ID’s de usuario, o siquiera requerir de ninguna actualización significativa. Su operación continua requiere tan solo de las eternas e inamovibles leyes de las matemáticas y la física.
Bitcoin hace tantas cosas que ningún invento antes pudo. “¿Cómo lo logró Satoshi?” Las personas se preguntan. Pero, toda vez que ha desaparecido, nadie puede preguntarle cómo lo hizo.
Al desaparecer, Satoshi se lleva consigo estos secretos. Pero deja tras de sí, abandonados, aproximadamente un millón de bitcoins que él mismo ganó en sus días iniciales, mucho antes de que esas monedas valieran nada para el resto.
No podemos preguntarle a él por qué inventó Bitcoin, cómo permaneció oculto, por qué desapareció, de dónde sacó estas ideas, o dónde encontró la fuerza para permanecer oculto tras su desaparición — ya sea en tiempos donde Bitcoin estaba bajo ataque y parecía necesitar su ayuda, o cuando sus millones de monedas alcanzaron un valor de mil millones de dólares, y después diez mil millones de dólares.
Solo podemos preguntarnos a nosotros mismos sobre Satoshi: Qué tipo de persona fue el misterioso creador de Bitcoin quien resolvió un problema imposible de resolver, quien mantuvo su identidad oculta a cada persona y agencia en el mundo, quien construyó un sistema imparable e indestructible, y que misteriosamente desapareció y le dio la espalda a fama, poder, y fortuna extremos — recompensas que son tan a menudo codiciadas por tantos.
Hay más preguntas sobre la historia de Bitcoin que solo aquellas sobre Satoshi. En el mundo moderno se nos ha educado para creer que las naciones y las grandes corporaciones son las entidades más poderosas. Sin embargo, muchas de estas se han opuesto a Bitcoin, buscando prohibirlo, destruirlo, controlarlo o competir con el, y ninguna ha logrado hacerlo. ¿Cómo sobrevive Bitcoin a pesar de tener tantos enemigos poderosos? ¿Por qué son sus enemigos? ¿Por qué algunos han cambiado su postura y se han convertido en aliados? ¿Por qué tantas personas llegan a creer en Bitcoin como la solución a muchos de los problemas del mundo?
Cuando escuchamos esta historia, debemos recordar que no es una historia distorsionada a lo largo de milenios, por cambios del lenguaje, por falta de evidencia física para sustentarlo, o por ningún otro de los obstáculos de que padecen los mitos antiguos.
Sucedió. ¡Y de hecho continúa sucediendo ante nuestros ojos!
Ya ha habido muchos capítulos excitantes en la breve historia de Bitcoin. Consideremos los episodios donde naciones como China, Turquía e India lo prohibieron. O cuando en Estados Unidos, políticos poderosos buscaron hacerlo. Ha habido intentos por parte de líderes de instituciones financieras para usar su autoridad e influencia para dañar y desacreditar a Bitcoin. Y sin embargo Bitcoin sobrevive estos ataques. Se fortalece con ellos.
Las batallas no terminan ahí. Los líderes de los bancos más grandes del mundo toman nota de Bitcoin. Al principio se ríen. Después lo vilifican. Luego dan la bienvenida a lo que creen que es su tecnología subyacente. Lentamente, comienzan a aceptarlo, pero con cautela.
Grandes corporaciones como Facebook intentan crear sustitutos, reuniendo sus bastas audiencias, reservas de capital, y reputación. Y fracasan.
Emprendedores y una plétora de charlatanes que pretenden ser emprendedores intentan construir copias. Obtienen el respaldo de grandes firmas de capital de riesgo. Gastan cientos de millones en hacer marketing a sus alternativas. Pero estas vienen y van como las estaciones. Bitcoin es a menudo imitado y atacado, pero nunca duplicado o destruido.
Si no fuera por el hecho de que la historia del origen de Bitcoin está enteramente documentada y es completamente verificable, los críticos podrían fácilmente desestimar la historia como un mito sin fundamento, tomando en cuenta cuántos ataques ha sobrevivido Bitcoin.
La historia que despierta el espíritu humano
Lo que hace esta historia extraordinaria es que va en contra de muchas creencias ampliamente sostenidas:
Esta historia disipa la creencia de que no podemos resolver problemas que expertos, científicos y matemáticos alegan que no tienen solución.
Borra la creencia de que una persona no puede mantener su privacidad o guardar secretos.
Elimina la creencia de que la fama, fortuna o poder son lo único que motiva a las personas.
E invalida la creencia de que las naciones y las corporaciones son todopoderosas.
A la luz de esta historia ¡Todas esas creencias quedan en ruinas! ¡Resultan ser esas creencias antiguas las que son mitos!
La historia del origen de Bitcoin destruye creencias tan ampliamente sostenidas en la cultura actual que no creerlas puede ser considerado por muchos como signo de estar loco, o al menos de ser poco realista y sin remedio.
Después de todo, si no estás de acuerdo con que las personas están motivadas por avaricia, poder, dinero, o fama, eres considerado tan ridículamente ingenuo que debes ser estúpido.
Si crees que puedes crear algo que vale miles de millones de dólares que los gobiernos y ejércitos más poderosos del mundo no pueden detener, serías llamado iluso.
Si afirmas que puedes hacer eso y además ser dejado enteramente en paz, permanecer alejado de la mirada indiscreta de los medios de comunicación, las agencias de investigación y un sinfín de otros, la mayoría dirían que ignoras completamente la realidad.
Y sin embargo, Satoshi demostró que todas estas cosas son de hecho posibles. La verdad de esta historia nos fuerza a aceptar que eran nuestras creencias las que eran falsas, y que tales ideas no son falsas o locuras, ¡Sino verdaderas y realizables!
¿Qué hacer entonces?
Se dice que la naturaleza aborrece el vacío. Cuando algo se desvanece, debe ser reemplazado con algo más.
Este quebrantamiento de viejas creencias es entonces el punto de entrada a una nueva perspectiva del mundo. Ver que nuestras creencias previas eran falsas significa que debemos borrarlas de nuestro sistema de creencias. Pero no podemos dejar un vacío en el lugar que ocuparon en nuestra mente. Necesitamos remplazarlas. El relato de la historia de Bitcoin, al desplazar antiguas creencias, revela la entrada a un nuevo sistema de creencias que reemplaza a las antiguas y cínicas. Incluso más importante, nos lleva a preguntarnos cuáles son las implicaciones de esas nuevas creencias.
Nuevas preguntas emergen, tales como:
¿Si las afirmaciones de expertos pueden ser falsas, cuáles son falsas?
¿Debería aspirar a mantener mi privacidad?
¿Puedo evitar ser controlado por corporaciones y gobiernos?
¿Cuáles son las cosas que valoro por encima de dinero, poder y fama?
Como puede ser obvio en retrospectiva, la mejor manera de iniciar un nuevo viaje espiritual es borrar creencias antiguas que ya no estremecen nuestro espíritu — que quizá nunca lo hicieron. Y como esto es lo que la verdadera historia de Bitcoin hace, no es sorprendente que muchos que la escuchan se embarquen en un viaje espiritual — uno que involucra hacerse preguntas como: “¿Dónde reside realmente el poder en la actualidad?”; “¿Qué otra creencia tengo que es falsa?”; “¿Qué cosas que pensábamos imposibles se podrían lograr?”; “¡¿Qué ES posible?!”; “¡¿Cómo podría ser distinto el mundo si hiciéramos estas cosas?!”
Entrar a esta “madriguera de conejo” como se le conoce, libre ahora de los límites de las creencias y suposiciones previas es el despertar espiritual para muchos. Al ser una historia real de esperanza en lugar de ser ficticia, la historia de Satoshi deshace en muchos la idea de que la esperanza es solo una ilusión limitada al reino de la ficción ¡Demuestra de manera inequívoca y comprobable que hazañas extraordinarias pueden ser logradas, incluso por un individuo solitario!
¡Armados con esta creencia — que muchas más cosas son posibles de lo que previamente se creía — el incentivo para soñar y tener esperanza — y para trabajar para hacer realidad esos sueños y esperanzas se enciende!
Parte 2: El viaje espiritual comienza con una purificación.
Explorar Bitcoin requiere preguntarse una sencilla pregunta que resulta ser muy complicada de contestar. La pregunta sencilla es “¿Qué es exactamente el dinero?”
¿Por qué debemos hacernos esa pregunta?
Resulta que otra de las cosas que muchos dimos por sentado como creencia es que el dinero es lo que los gobiernos de las naciones dicen que es dinero.
Pero Bitcoin emerge y dice “No, eso no es cierto. Algo más es dinero. Yo, Bitcoin, sostengo ser dinero. Sostengo que aquello que crees que es dinero, en realidad no lo es. Sostengo que tan solo pretende ser dinero. Sostengo que esa pretensión es la causa de muchos de los problemas sociales. Sostengo que puedo arreglar esos problemas.”
De no ser porque hemos desplazado nuestras otras creencias con la historia de la creación de Bitcoin, podríamos sencillamente decirle “¡Vete y llévate contigo tus declaraciones absurdas!” Pero en lugar de eso nos encontramos curiosos por entender qué hay en el centro de esas afirmaciones. Y en tanto jalamos el hilo que propone esa pregunta, todo se va desenvolviendo con rapidez.
Una cosa muy clara sobre Bitcoin es que alega ser dinero NO emitido y NO controlado por ningún gobierno.
Anteriormente, creíamos que el dinero tenía que ser emitido y controlado por los gobiernos. Después de todo así ha sido para todos nosotros, durante toda nuestra vida. Pero Bitcoin no se detiene en solo declarar que son los gobiernos los que no son una parte esencial del dinero. También declara ser dinero NO emitido o controlado por nadie. Ningún banco lo emite o lo controla — ningún regulador, corporación, ni líder carismático — nadie.
Bitcoin nos convida a separar la idea del dinero de las instituciones y las personas que han llegado a controlarle. En el mundo de hoy, son los gobiernos, los bancos centrales, expertos financieros, corporaciones multinacionales, ejércitos, y otras poderosísimas instituciones.
Bitcoin, de ser dinero, es dinero separado de todo control humano.
Bitcoin nos permite, por primera vez en nuestras vidas, observar la idea del dinero puramente como dinero, separada de cualquier influencia contaminante o control. Remueve del dinero las influencias externas y perturbadoras de aquello que de hecho es el dinero. Nos permite mirar al dinero por sí mismo, aislado, en su forma más pura — dinero purificado. Esto es cierto ya sea que creamos o aceptemos que Bitcoin es dinero purificado o no, porque al solo hacer esta afirmación, Bitcoin nos hace preguntarnos “¿Qué es el dinero purificado cuando se le separa de la influencia controladora de otros?”
Algunos descubrimos que el dinero en sí mismo, que creímos parte integral de un sistema corrompido por tantas formas de maldad, avaricia e injusticia, resulta no tener nada que ver con ellas. Descubrimos que el dinero es bueno, y que es víctima de ese sistema corrupto tanto como nosotros.
Aprendemos que el dinero que ha sido purificado es simplemente el medio que tenemos para lidiar pacíficamente entre nosotros en mutuo acuerdo. Simplemente nos deja intercambiar algo que tenemos, como nuestras posesiones, nuestras habilidades o nuestro tiempo, con otras personas, a cambio de algo que ellos tienen — dinero. Y que después podemos usar nuestro dinero para intercambiarlo por lo que alguien más tiene — sus posesiones, habilidades o su tiempo — sin uso de la fuerza, sin violencia, sin mentiras, sin alguien más llevándose una parte, sin nadie que nos diga si tenemos permiso.
El dinero puro es el facilitador de tratos pacíficos entre personas libres.
Por sí misma esta es una idea poderosa. Pero también nos convida a un paso más allá en nuestro viaje espiritual — la exploración de otras cosas en su forma más pura.
Ver que algo — el dinero — que pensamos era necesariamente parte de una institución mala, culpable o imperfecta resultó ser de hecho inocente y buena cuando se le remueven los contaminantes nos hace preguntarnos si lo mismo puede ser cierto de otras cosas — especialmente aquellas cosas que están envueltas en instituciones complicadas con motivos cuestionables.
Somos libres de preguntarnos “¿Qué pasa si separo alguna otra idea de las instituciones que ahora la controlan?”; “¿Qué es la educación separada del sistema escolar y de las instituciones que emiten títulos?”; “¿Qué es la atención médica separada de las instituciones médicas y la industria farmacéutica?”; “¿Qué es la moral cuando se le separa de las autoridades que la monopolizan?” Y para algunos, quizá incluso muchos, “¿Qué es espiritualidad, religión, o Dios, separados de las instituciones que pretenden hablar de parte suya?”
Y mientras comenzamos a explorar esas preguntas, resulta que para muchos de nosotros la raíz de muchas de nuestras preocupaciones, de nuestra ira, nuestro odio, o nuestras frustraciones con éstos y otros temas no tiene relación con lo fundamental o las ideas puras. Sino que son las instituciones en que hemos envuelto estas ideas quienes las han corrompido. Entonces para quienes rechazamos el reino moral, espiritual y religioso debido a nuestra antipatía o desconfianza de las instituciones terrenales, Bitcoin nos provee con un modelo para preguntarnos y aprender de esos conceptos purificados, excluidos de estos contaminantes.
Y si lo hacemos, entonces comienza otro viaje, o muchos, enmarcados de manera similar a la primera pregunta que Bitcoin nos hizo preguntarnos “¿Qué es el dinero?” — Ahora nos preguntamos “¿Qué es el aprendizaje? ¿Qué es estar sano? ¿Qué son el propósito, la moralidad, y el espíritu?”
¿No es asombroso que simplemente con preguntarnos “¿Qué es el dinero?” comience, para muchos, un viaje cuyo camino puede llevar a preguntarnos cosas como “¿Qué es Dios?” — y entonces recorrer ese camino?
Parte 3: Bitcoin es dinero espiritual — El despertar del espíritu de la libertad.
Bitcoin es puramente digital. Es intangible. Es inmaterial. Lo inmaterial es lo espiritual. Consecuentemente Bitcoin es una forma espiritual de dinero.
Bitcoin sí depende de elementos que vienen del mundo material no-espiritual — todas las matemáticas y física y programación computacional que se usan en él. Sin embargo, también depende de alcanzar una conclusión que indica “Esto es lo que creo personalmente que el dinero bueno, puro realmente es, y por tanto lo usaré como dinero.”
Alcanzar esa conclusión implica muchas cosas — tiene implicaciones espirituales.
Primero, uno debe aceptar que algo intangible es sin embargo real. Gran parte del rechazo a la idea de que el reino ‘espiritual’ es real se reduce a su inmaterialidad. Sostienen como cierto lo siguiente: “Si no puedo tocarlo entonces no es real, o al menos no tan real como alguna alternativa que sí puedo tocar.” Muchos incluso creen que lo intangible es solo una ilusión. Muchos van tan lejos como para afirmar que su consciencia y su voluntad son solo ilusiones. No puedes tocar la consciencia o la voluntad, argumentan, entonces deben ser meras ilusiones creadas por aquello que sí puedes tocar.
Sin embargo, si estás en un punto donde crees en Bitcoin, ¡Has abrazado la creencia de que un dinero que no puede tocarse es más real que el dinero que sí puede tocarse! Y, nuevamente, tienes un modelo para reexaminar tus creencias sobre la realidad y la pureza de cosas que no pueden ser tocadas.
Pero es más que solo su intangibilidad lo que hace que elegir a Bitcoin requiera aceptar ideas inmateriales como algo real e importante.
La creencia de que Bitcoin es puro implica otra cosa importante: Tomar la decisión de usar aquello que consideras puro. También es una decisión espiritual. ¿Por qué elegir usar dinero puro? ¿Qué hay de especial en la pureza? ¿Por qué no mezclarle con algo más? Después de todo, tenemos un sistema monetario que ya tiene gobiernos, bancos centrales y todas esas otras características mezcladas. ¿Por qué elegir pureza? La respuesta no es obvia. Para llegar a elegir un dinero puro por encima de otro que está premezclado con otras cosas, uno debe sostener que la pureza es algo bueno. O, al menos, uno debe sostener que la pureza es algo permite a la bondad salir a flote.
Podemos explorar rápidamente esta idea con una analogía con la comida. Considera una banana, pura, madura. Una banana pura puede ser usada de diferentes formas. Puede comerse tal cual, mezclarla en un batido, cocinarla en un pan de banana, ponerla en un Banana Split, o pegarla en una pared y venderla como arte. Pero una vez que la conviertes en algo más, la banana está comprometida a ese estado distinto de la bananés pura, limitando así sus usos potenciales. Así, una banana pura puede ser usada por más personas para más propósitos de lo que puede ser usado un ‘smoothie’ de fresa y banana.
Y es específicamente el hecho de que NO limita el cómo puedes usar el dinero que los bitcoiners creen que es lo que hace a bitcoin — dinero puro — mejor que el dinero adulterado. Esto significa que los bitcoiners sostienen que la libertad para elegir qué hacer con el dinero es algo bueno. Los bitcoiners han hecho un juicio moral sobre qué es la libertad, y tienen un sentido de lo que significa — significa ser capaz de tomar decisiones personales. La libertad es, por supuesto, otra idea espiritual. No puedes tocar la libertad. Sin embargo, si valoras el dinero puro, valoras dinero cuyo uso es el ejercicio mismo de la libertad.
Parte 4: Los valores y la moral de un bitcoiner.
Un viaje espiritual casi siempre conlleva preguntarse “¿Cuáles son los asuntos más importantes?” Eso frecuentemente lleva nuestra atención a la moral y los valores.
Una acción moral es algo que alguien considera comportamiento aceptable. Una acción inmoral es comportamiento inaceptable. Un valor, por otro lado, es algo que alguien valora o aprecia. Si no te gustan las bananas, no las valoras, pero probablemente no las describirías como inmorales. Sin embargo, podrías describir como inmoral a alguien que va a la tienda de abarrotes y aplasta todas las bananas, incluso si tú mismo no las valoras.
El viaje de explorar Bitcoin causa que uno se pregunte muchas veces en el camino “¿Ofrece Bitcoin algo que valoro o juzgo como moral?” Hace que uno mire en su propio espíritu para verificar qué es lo que uno juzga moral y valioso.
Vale la pena enfatizar aquí que Bitcoin no dice “Escógeme, porque soy benigno”. Simplemente dice “Aquí estoy, como soy. Júzgame por ti mismo. Si me juzgas bueno, úsame. Si no, no lo hagas.” No usas Bitcoin porque alguien te hizo hacerlo, o porque Bitcoin te forzó a usarlo. Lo usas porque tú, basado en tus valores y tu moral, eliges usarlo.
Miremos más de cerca lo que eso significa. Una lección temprana en el viaje de aprendizaje de Bitcoin es la compresión de que nadie jamás puede cambiar ciertas cosas de Bitcoin y que eso significa que nunca en un futuro sucederán ciertas cosas, incluyendo cosas que suceden todo el tiempo con nuestro sistema monetario. Un ejemplo de esas cosas sería alguna autoridad creando más dinero durante una emergencia en un intento por arreglar una crisis económica.
Cuando alcanza ésta realidad acerca de Bitcoin — que no puede ser cambiado — un estudiante de Bitcoin debe preguntarse “¿Es esto algo bueno o malo? ¿O quizás esto no es bueno o malo, solamente un juicio de valor, como que te gusten las bananas o que no te gusten?” Así, vemos que es imposible evaluar a Bitcoin y alcanzar un juicio sin ponerlo a través del lente de los valores y la moral. No hay forma de evadir esta pregunta y elegir Bitcoin sin considerar este hecho.
Muchos, cuando llegan a esta pregunta, comienzan a preguntarle a otros para ver lo que podrían pensar, y por qué. Comienza un nuevo diálogo sobre lo que es valioso y moral. Estas discusiones representan revisiones (o en algunos casos, la examinación por ves primera) de lo que cada quien considera moral y valioso. Entonces estudiar Bitcoin resulta no ser el mero estudio de la naturaleza del dinero, de economía, de matemáticas, o de computadoras. Resulta ser un estudio de los valores y la moral propios — y qué son tus valores y tu moral sino piezas profundas de tu alma. ¡Wow!
Si, estudiar Bitcoin no solo inicia un viaje espiritual que involucra el estudio de la pureza y la bondad en el dinero, o la pureza y la bondad en la educación, la salud u otros servicios comunes. También lo envía a uno en un viaje de exploración de lo que yace en nuestras propias evaluaciones de qué es bueno y valioso — en acuerdo con nuestra propia alma.
Algunas personas podrían rechazar Bitcoin tras estudiarlo. Si lo rechazan, no será porque sus matemáticas o programación no concuerden. Si lo rechazan, será porque han mirado dentro de su propio espíritu y juzgado los ofrecimientos de Bitcoin como inmorales o sin valor. Y de hecho esa es la afirmación que algunas personas hacen.
Sin embargo, si aceptas Bitcoin, seguramente no será solo porque las matemáticas y la programación concuerdan. No sé de ningún bitcoiner que marque ahí su línea. Si eliges Bitcoin, le habrás elegido porque juzgaste que lo que Bitcoin ofrecía era algo moral y valioso que nada más ofreció. ¿Por qué habrías de juzgarlo como bueno? Es porque, por ejemplo, ¿No puede ser robado? “Bueno”, en este caso, es un juicio moral. Es porque espiritualmente aceptas que robar es malo.
Bitcoin te suscita a descubrir tu moral por ti mismo, en lugar de decirte lo que es o no es moral.
Parte 5: El tesoro legendario de Satoshi Nakamoto.
Hay muchos otros aspectos en el estudio de Bitcoin que dirigen a quienes lo estudian a consideraciones espirituales, preguntas, discusiones y, a menudo, incluso respuestas, pero no todas serán exploradas, porque nuestro tiempo aquí casi ha llegado a su fin.
Sin embargo, te dejaré con una nueva interpretación de parte del maravilloso mito de Satoshi Nakamoto que podrías apreciar ahora.
Satoshi le dio Bitcoin a la tierra. Lo custodió hasta que dejó de necesitar un creador o un líder, y entonces lo dejó libre al desaparecer para siempre. Cuando lo hizo, dejó tras de si un tesoro de aproximadamente un millón de bitcoins. Los dejó a plena vista. Todos pueden verlo. Cada bitcoin es visible a cada persona en el mundo que mira en su registro público, comúnmente conocido como la cadena de bloques. El valor de estas monedas crece colosalmente a la par del valor de Bitcoin. Es la mayor cantidad de bitcoins en el mundo que pertenece a una sola entidad y muy probablemente permanecerá como la más grande por siempre. Si Bitcoin llega a ser todo el dinero en el mundo, será a acumulación de dinero más grande del mundo. Y sin embargo nadie puede tomar nada. ¡Está a plena vista, pero es intocable!
Puedes imaginar la avaricia y la codicia que esta acumulación de monedas, yaciendo a plena vista, suscitará en aquellos que ansían riqueza, o fama o poder. Su ansia y codicia los llevará al borde de la locura. Pasarán horas, días, o incluso años tratando de encontrar la manera de obtener alguna parte o todo.
Es una sirena ensordecedora que declara a aquellos con hambre de poder “Aquí yace el tesoro legendario de Satoshi — tómalo, si puedes.”
Sin embargo, mientras su fortuna aumenta, servirá como un ejemplo a toda la humanidad de que el dinero puro le pertenece solo a aquellos que se lo han ganado. Y el dinero puro le da a su poseedor la libertad de hacer con el lo que le plazca.
Y este montón de dinero es el dinero de Satoshi. Y lo que Satoshi eligió hacer con el no fue comprar nada material. Su elección fue no usarlo para volverse famoso y que la gente le dijera lo genial que es. Su elección fue no usarlo para volverse un hombre poderoso en la escena mundial influenciando políticas que afecten la vida de otros.
En lugar de eso, eligió usar este dinero para otro fin. Eligió convertirlo en un monumento eterno dedicado al espíritu humano. Que se alce, eterno, para mostrar que una persona puede lograr cosas que otros habían declarado imposibles. Se yergue, por siempre, para mostrar que una persona puede encarar creencias ampliamente aceptadas y mostrar que son falsas. Demuestra que una persona puede encender un movimiento que cuestione la necesidad, validez, y autoridad de las entidades más poderosas del mundo. Se alza ahí — para siempre — para mostrar que una persona puede sacrificar riqueza, poder, y fama para crear y hacer lo que es moralmente correcto. Esta ahí, por siempre, para decir “la humanidad puede hacer cosas que perduren por siempre”.
Mientras Bitcoin crece, este será un tesoro que todos en el mundo mirarán alguna vez en su vida. Este tesoro los guiará a estudiar Bitcoin, quizás llevados por un deseo codicioso de riquezas fáciles los volverá curiosos sobre cómo podrían arrebatar parte de este tesoro. Y cuando este tesoro desvíe su atención al estudio de Bitcoin, se encenderá en muchos de ellos su propio viaje espiritual.
Ellos también se preguntarán “¿Qué es el dinero?”; “¿Qué es exactamente el dinero puro?”; “¿Qué es la educación pura, la salud, la moralidad, y más?”
También se preguntarán “¿Quién soy? ¿Exactamente, qué soy? ¿Qué hay de puro en mí? ¿Qué hago con mi tiempo y energía?”
Este tesoro los llevará en un viaje que los llevará a conocer verdaderamente, por sí mismos, qué es lo que juzgan valioso, lo que juzgan bueno, y lo que eligen hacer con su vida, porque los acercará a saber quiénes son realmente, puramente, ellos mismos.
Y así, la lección a aprender de cualquiera que vuelva la mirada a las monedas de Satoshi, sea por mera curiosidad, avaricia, o asombro, es la siguiente:
“No pierdas tu tiempo tratando de obtener este dinero, porque solo desperdiciarás tu valioso tiempo en esta tierra. Este dinero no es tuyo y no le pertenece a la versión pura de ti. Este dinero NO es de hecho el tesoro real de Satoshi Nakamoto. Esto es solamente un monumento incorruptible que rinde tributo al tesoro real. Sin embargo, el verdadero tesoro legendario de Satoshi Nakamoto está disponible para ti. Y está disponible para todos. Y está disponible sin ningún costo monetario. El verdadero Tesoro Legendario de Satoshi Nakamoto son los descubrimientos a los que llegarás en tu propio camino espiritual para encontrar lo que es verdadero, lo que es puro, quién eres tú, y lo que harás con tu preciado tiempo porque tú lo juzgas valioso y bueno. Es descubrir el tesoro incalculable que es la versión de ti mismo pura, auténtica, sin mancha — un tesoro mucho más raro y precioso que ningún otro que jamás existirá.”